Si nos paramos a pensar en los grandes avances tecnológicos que existen actualmente en nuestra sociedad, considero que el uso de las tecnologías debería ser el mejor instrumento para impartir una educación adecuada en el siglo actual en el que nos encontramos.
El uso de los ordenadores, pizarras
digitales, aulas virtuales, tabletas u otros aparatos electrónicos deberían a
su vez estar presentes en todas las aulas, ya que suponen y crean una cierta
motivación en los niños/as a la hora de aprender ciertos contenidos e
instruirse como personas.
En la educación del siglo actual, los
maestros no deberían centrarse tanto en los contenidos, sino en potenciar la
personalidad y un espíritu crítico para que los niños/as, en un futuro sepan
desenvolverse en la vida cotidiana, es decir, ser competentes. Y… ¿qué mejor
manera de motivar a los niños/as y conseguirlo a través de las nuevas
tecnologías?
Si somos conscientes y observamos a los niños/as
de la actualidad, podemos comprobar que todos ellos, desde muy pequeños,
manejan los aparatos electrónicos (ordenadores, tabletas, móviles, etc.) casi
mejor que los adultos. Por ello, utilizar dichos aparatos se debe considerar
una buena forma de motivarles para aprender. De esta manera, cada vez son más
los colegios que han incluido dicho ambiente tecnológico a las aulas.
Para concluir, el uso de las nuevas
tecnologías ha de ser a su vez, el instrumento más adecuado para transmitir valores
y conocimientos necesarios, así como un método de innovación para las aulas, es
decir, deben servir para conseguir que nuestras clases sean creativas y puedan
dar rienda suelta a la imaginación.
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