martes, 4 de febrero de 2014

Educación S XXI

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/30/actualidad/1391085552_870998.html

El próximo curso el Ministerio de Educación no completará las becas de Bruselas sino que ofertará 10.000 propias. Y eso le permite cambiar las reglas de juego. Serán unas ayudas "con dotación económica y una exigencia académica ligeramente superiores", ha precisado esta mañana la secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, en la presentación de Erasmus +, que engloba otros programas de voluntariado, para profesores o de deporte. Para conseguirla habrá que ser un alumno excelente. Tener un gran expediente (no se señala qué nota) y demostrar que se dispone de un nivel B2 (intermedio-alto) de conocimiento de la lengua en la que se van a recibir las clases. A cambio de esta excelencia, se dota a las becas con 350 euros mensuales de media, cien más que la de la Unión Europea.
Quienes no consigan la beca del ministerio, los peores estudiantes o con peor dominio del idioma extranjero, optarán entonces automáticamente a las comunitarias de 250 euros de media. Además, los estudiantes sin recursos becados por el ministerio o Bruselas dispondrán de otros 100 euros mensuales extra y no perderán sus becas generales de ayuda al estudio.
El B2 es un nivel alto. Supuestamente, al finalizar el bachillerato se tiene un B1 y es el que con el plan Bolonia hay que demostrar para graduarse en la Universidad. Así que se da por hecho que el estudiante se habrá seguido formando desde entonces. Sexto de la escuela de idiomas, el último curso, equivale a ese B2 (mantienen una batalla para poder impartir el C1 Y EL C2). O el equivalente al First Certificate de la Universidad de Cambridge.
Hasta la fecha Europa recomienda tener un nivel B1 para irse fuera, pero en la práctica en muchas universidades no se ha tenido en cuenta. Aunque, en los convenios, algunas universidades extranjeras obligaban ya a que los alumnos tuviesen ese B2 para garantizar que iban a ser capaces de seguir las clases. Aprender el idioma es una de las principales razones que animan a los alumnos a irse fuera. “En un cuatrimestre no se domina el idioma. No se sabe aplicar completamente y con la estancia se trata de superar el déficit de idiomas que tenemos en este país”, argumentaba en este periódico el rector de Santiago, Juan Casares, cuando lamentaba que la duración de las estancias se fuese a recortar.
Tras el bachillerato, un alumno puede seguir recibiendo clases en las aulas de idiomas de las universidades pero no son gratuitas y no todas cuentan con becas. Otra opción pública, son las escuelas de idiomas que han sufrido un espectacular aumento de precios en muchas comunidades. En Madrid, por ejemplo, se paga de matrícula ordinaria 269 euros, frente a los 72 euros de 200. En Cataluña subirán un 55% el próximo curso.
Cada una de las cinco áreas de conocimiento se va a llevar el 20% de las ayudas ministeriales, es decir, 2.000 becas. Esta medida beneficia mucho a los estudiantes de Ciencias. Pues, según los datos de las matrículas del 2012-2013, los alumnos se reparten de forma dispar: Ciencias Sociales (47,7%), Ingenierías y Arquitectura (21,7%), Arte y Humanidades (10,3%) Ciencias de la Salud (14,4%) y Ciencias (5,9%).
Gomendio ha precisado que si bien la beca Erasmus es por un semestre, el alumno podrá permanecer la otra mitad del curso si lo paga de su propio bolsillo o encuentra financiación privada o pública. Hasta ahora existía la posibilidad de cursar el programa Erasmus sin recibir ninguna dotación, pero a esta modalidad se acogían menos de un 1% del total de erasmus.



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